Nuestra historia es la historia de Francisco Rodríguez Garrote. Un viticultor cuyas viñas centenarias han perdurado hasta nuestros días sobreviviendo a la epidemia de Filoxera que, a finales del siglo XIX, destruyó prácticamente todas las zonas vinícolas de Europa.

Francisco Rodríguez Garrote comenzó a elaborar vino con Bruñal, sin saber que lo hacía con una variedad de uva muy escasa y única en el mundo. Cuando por su bajo rendimiento, el resto de viticultores la desechaba y sustituía por otras variedades de mayor rendimiento, él siguió creyendo en el potencial de esta variedad.

De este modo, recogiendo ese viejo legado, nace la Bodega Francisco Rodríguez Garrote y con ella, Palabras que no te dije, el recuerdo de ese viticultor visionario y soñador.

Una variedad única en el mundo con un enclave privilegiado, en el que la altitud, el terreno y el clima se alían para una perfecta maduración de los racimos. Un lugar en el que la viticultura es sostenible, ecológica, tradicional y sin apenas intervención.

Bodegas Francisco Rodríguez Garrote, un legado que nos empuja a luchar cada día para elaborar el mejor vino del mundo.

Palabras que no te dije

Pasión, corazón, esfuerzo y el fruto de esas viejas viñas que tanto amabas. Una alegría, una ilusión y un recuerdo que nacerán en cada copa. Legado de la magia del alma de Francisco Rodríguez Garrote.